INTELIGENCIA
EMOCIONAL
en
la Educación
CÓMO
INFLUYEN MIS EMOCIONES
EN
EL ESTUDIO Y EL APRENDIZAJE
APRENDER
TAMBIÉN ES EMOCIONANTE...
Las
emociones juegan un papel muy importante en nuestros estudios y
nuestro aprendizaje, en todas las etapas de la vida -la escolar,
la universitaria y la del aprendizaje permanente a que hoy nos obligan
las responsabilidades profesionales
y ejecutivas.
Como
es natural, hay emociones que favorecerán nuestro aprendizaje, y hay
otras que lo perjudican o lo obstaculizan. A priori, podríamos
decir que estados anímicos como la alegría, el entusiasmo o el
coraje nos impulsan con la energía emocional adecuada para llevar
adelante con eficiencia cualquier proceso de aprendizaje. Y
estados anímicos como la tristeza, el miedo o la cólera perturban,
obstaculizan o incluso pueden llegar a invalidar el proceso de
aprendizaje.
En
una segunda lectura, podemos advertir que la intensidad de una misma emoción puede convertirla en positiva o
negativa para distintas actividades.
Por
ejemplo: un atleta puede tener un determinado nivel de ansiedad que puede mejorar su perfomance. Pero si tiene mucha
ansiedad, no alcanzará su máximo nivel. Un actor puede ser estimulado por la ansiedad, y así mejorar su actuación, pero si esa ansiedad se convierte en miedo, al salir al escenario saldrá disminuído. Lo mismo puede ocurrir ante un examen, o ante una presentación en
público, o ante la elaboración un informe, etc.
Hay
cuatro niveles en los que nuestros estados emocionales pueden afectar
nuestro aprendizaje:
1)
En una etapa inicial (predisposición, motivación, interés)
2)
En una etapa intermedia (perseverancia, persistencia,
regularidad del estudio)
3)
En una etapa de obstáculos (manejo de, de las
dificultades, de la frustración o de la
adversidad)
4)
En una etapa final (equilibrio emocional en el examen
de nuestros conocimientos o en la
aplicación de los mismos)
.
Elba
L. Menecier
PROGRAMA DE INTELIGENCIA
EMOCIONAL EN LA EDUCACIÓN
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