CÓMO TRATAR CON
PERSONAS DIFÍCILES
Guía
Práctica Basada en las Investigaciones de Ursula Marka
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HACER FRENTE A LOS DESPRECIOS
Por desgracia, hay personas
a las que les encanta a los demás. Aunque no se ha de permitir que se
salgan con la suya, una reacción agresiva no hará más que instigar una
discusión que puede llegar a ser acalorada. Una reacción pasiva no
conducirá a nada, salvo que posiblemente el agresor se marque un
tanto.
Cualquiera de estas respuestas tendrá el efecto negativo de hacer que
usted se enfade consigo mismo. Si se encuentra con alguien que
disfruta rebajando a los demás, trate de llegar al fondo de sus
palabras. Si le dice: «¿Todavía no lo has hecho?», lo que
realmente quiere decir es que es un in competente. A menos que sepa
que tiene razón y que no ha hecho lo que había prometido, una posible
respuesta asertiva sería: «Todavía no, ¿para cuándo lo necesitas?».
Si sabe ver los desprecios
y los reconoce como lo que son -una forma de amedrentar con la que el
agresor está buscando inflar su propio ego haciéndole sentirse
inferior-, es menos probable que caiga en su trampa. Si
anteriormente ha sucumbido, piense en ello ahora y decida cómo
reaccionaría en este momento si se volviera a producir esa situación.
HACER FRENTE A LAS
CRÍTICAS
A nadie le gusta que le
critiquen. Una persona asertiva se dará cuenta de que las críticas se
pueden clasificar en dos categorías:
. Injustas:
si la crítica es injusta, no tiene importancia y no debe prestarle
atención.
. Justas y
constructivas: si la crítica está justificada, aunque siga sin
gustarle, a la larga puede resultar útil y positiva.
Reaccionar agresivamente a
las críticas tiene sus inconvenientes. Si responde con brusquedad a la
crítica, probablemente iniciará una discusión. Si no es asertivo, no
ganará en la discusión y acabará sintiéndose mal.
Si reacciona pasivamente y
está siempre de acuerdo con las críticas, tanto si son justas como si
no, lo que conseguirá será deteriorar la opinión que la otra persona
tiene de usted y que baje su propia autoestima. Al final acabará no
haciendo nada por miedo a atraer las críticas de los demás.
Hay tres técnicas
principales para afrontar las críticas:
1. Si la
crítica es justa: acepte todo lo que se pueda
justificar (aunque no lo que simplemente sean juicios personales) y
diga lo que piensa hacer al respecto:
«Te
tocaba a ti lavar los platos esta mañana y todavía están en el
fregadero (crítica) eres un caso perdido [juicio personal].»
«Sí, me
tocaba a mí. Los voy a fregar ahora.»
Esta no es la respuesta de
una persona pasiva, porque la crítica era justa. Usted prometió fregar
los platos y no lo hizo. Su respuesta servirá para demostrar que
reconoce la falta y que intenta arreglar las cosas. Esto hará que se
aplaquen los ánimos y evitará una discusión.
2. Si la crítica
tiene una parte de verdad, pero es exagerada: acepte lo que
está justificado, pero no reaccione a la exageración:
«Tenías que haberme
entregado el informe a las 9 de la mañana y todavía no lo has
terminado. Sencillamente pasas de todo. Todos los demás hacen su
trabajo a tiempo.» (Es probable que la única parte cierta de toda
esta crítica sea la primera frase.)
«Sí, es
cierto que me he retrasado con el informe y lo siento. Trabajaré
durante mi tiempo de descanso y te lo entregaré lo antes posible.»
Al guardar la calma y
responder a la única parte cierta de la crítica, mantiene el control
de la situación. Aplacará la crítica al ofrecerse a poner reme dio a
la situación y, dado que no ha levantado el ha cha de guerra
respondiendo agresivamente a la parte injusta, no es tan probable que
se inicie una discusión.
3. Responder con una
pregunta: ésta es una respuesta especialmente útil cuando
alguien le está criticando como persona en vez de criticar su trabajo.
«No lo
entenderías.»
«¿Por
qué crees que no lo entendería?»
El modo en que la persona
que hace la crítica responda a su pregunta le ayudará a decidir si
realmente está preocupada por usted, en cuyo caso le explicaría el
porqué de su comentario, o si simplemente está siendo desagradable; de
ser así, es probable que empiece a despotricar, sin decir nada
concreto que respalde su comentario. Entonces se dará cuenta de que
realmente no vale la pena preocuparse y sus críticas ya no le
afectarán.
LA
PREPARACIÓN
Supongamos que necesita
encontrar una forma positiva de persuadir a alguien para que haga
algo. A muchas personas les resulta difícil, especialmente si hay una
crítica real o implícita del trabajo de esa otra persona. Hay cuatro
aspectos que debe tener presente, y seguramente le será de gran ayuda
preparar un esquema con antelación para asegurarse de que se da cada
paso a su debido tiempo. Como es natural, no es necesario que lea el
esquema cuando hable con esa persona, pero le ayudará a recordar lo
que quiere decir. Los cuatro pasos son:
1. Explique la situación
actual tal como usted la percibe. Sea breve y cíñase al tema principal
sin permitirse opiniones que no vienen al caso.
2. Demuestre que entiende
los sentimientos de la otra persona y luego exprese los suyos. Puede
decir:
«Me siento mal por esto»
o «Me doy cuenta de que te encuentras ante una situación
difícil».
3. Diga lo que quiere,
establezca las mínimas exigencias posibles y sea realista. No tiene
sentido exigir cosas que son físicamente imposibles para la otra
persona. En tales casos (a menos que sea totalmente inapropiado),
tiene que estar preparado para negociar o comprometerse.
4. Explique cuál cree que
será el resultado, nombrando las recompensas si cumple, o las
penalizaciones si no lo hace, («Quizás haré mi pedido en otra
parte.»)
Si puede analizar su propia
conducta y utilizar las pautas que se dan en esta sección para llegar
a ser una persona más asertiva, habrá dado un gran paso hacia delante
en el camino para hacer frente satisfactoriamente a las personas
difíciles que encuentre en su vida.
TIPOS
DE PERSONAS PROBLEMÁTICAS
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