CÓMO TRATAR CON
PERSONAS DIFÍCILES
Guía
Práctica Basada en las Investigaciones de Ursula Marka
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EL EMPÁTICO
El empático es amable,
comprensivo y encantador, siempre que usted no tenga demasiada prisa
por acabar su trabajo. Es una persona «dedicada» a los demás y
necesita agradar. Cuando le pregunta a alguien cómo está, es porque la
respuesta le interesa de verdad. Siempre intenta ayudar, pero puede
ser indeciso y postergar las cosas. No obstante, es tan agra dable que
cuesta mucho enfadarse con él.
Aunque nunca será un buen
supervisor, es bueno tenerle de su parte, puesto que es paciente, leal
y capaz de hacerle subir la autoestima cuando ésta empieza a flaquear.
Sin embargo, cuando ha de trabajar bajo presión es probable que actúe
pasivamente, lo cual hará que se lamente más tarde y se sienta
resentido.
A pesar de que no es la
persona indicada para tomar las riendas en ninguna situación, sabe
motivar a los demás y animarles a seguir adelante. De hecho, cuando
tiene un fuerte ideal o creencia puede llegar a ser inspirador.
Si desea sacar el máximo
partido del empático no debe darle prisa. Escuche atentamente lo que
tiene e decir y, siempre que sea sincero, déle muestras de aprecio.
Teniendo presentes estas
cuatro personalidades es fácil darse cuenta de que los conflictos
pueden surgir en un enfrentamiento entre un procesador y un dictador,
o cuando existen diferencias entre un entusiasta y un empático.
CONFLICTO Y ESTRÉS
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