CÓMO TRATAR CON
PERSONAS DIFÍCILES
Guía Práctica Basada en
las Investigaciones de Ursula Marka
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CÓMO HACER FRENTE AL CONFLICTO
El conflicto es algo
natural y habitual, tanto en casa como en el trabajo; de hecho, la
vida sería muy aburrida sin él. No hay dos personas que piensen,
actúen o sientan del mismo modo y, puesto que cada una parte de un
punto distinto, nunca se podrá evitar por completo que exista algún
tipo de conflicto. Los problemas surgen cuando dejamos que estas
fricciones se nos escapen de las manos y entren en juego las
personalidades (en vez de las ideas). El exceso de conflictos
puede hacer que la vida sea muy estresante.
Las causas de disputa
pueden ser muchas, pero la principal es que cada persona quiere hacer
las cosas a su manera. Quizá el motivo sea que su familia esté
pensando adónde ir de vacaciones este año o que los de la junta estén
intentando planificar una estrategia para la empresa en vistas a la
década siguiente; el caso es que si ninguno de los implicados está
dispuesto a negociar y a comprometerse, el conflicto está servido.
Los principales motivos
suelen ser:
. Diferencias en las metas personales.
. Competitividad, a veces excesiva.
. Malentendidos o formas distintas de ver las cosas.
. Falta de cooperación, real o imaginaria.
. Conflictos de personalidad.
. Problemas con la autoridad.
. Frustraciones individuales.
. Deseo de asumir mayor responsabilidad.
. No querer aceptar responsabilidades.
. Incapacidad para seguir las normas o ceñirse a los planes.
. Desacuerdo en la forma de alcanzar las metas acordadas.
Una encuesta reciente puso
de manifiesto que muchos directores y supervisores pasaban un 25 %
de su tiempo intentando resolver conflictos, lo cual resulta
bastante caro.
Los conflictos no son
malos, pueden tener tanto aspectos positivos como negativos. Se ha de
favorecer el tipo de desacuerdo que puede conducir a resultados
positivos, aunque de forma controlada. Un conflicto de este tipo
puede:
. Poner de manifiesto
nuevos aspectos de un conflicto ya existente.
. Mejorar en el futuro la comunicación entre las personas implicadas.
. Fomentar el entusiasmo o el idealismo.
. Poner de relieve el papel que desempeña cada individuo.
. Dar una solución al problema.
. Hacer que se liberen emociones reprimidas.
. Animar a los implicados a aumentar su potencial y demostrar sus
habilidades.
Lo ideal es evitar los
problemas, pero, como todos sabemos, no siempre es posible. Si no
puede impedir el conflicto, intente hallar la solución más positiva.
Un conflicto se vuelve negativo cuando:
. Distrae la atención
de las personas del tema principal.
. Impide que las personas o grupos cooperen.
. Lo implicados se sienten frustrados o están descontentos.
La persona que puede
entender el conflicto y lo que conduce a él, será más capaz de
prevenirlo o resolver lo. Aunque algunos antagonismos se puedan
evitar, hay otros que es mejor aclarar, a fin de que no vayan en
aumento y escapen a nuestro control. A continuación, hay algunos
métodos para hacer que esto sea más fácil:
1, Aprender a reconocer y aceptar las diferencias entre las personas,
sus esperanzas, necesidades, personalidades y procedencias.
2. Escuchar atentamente lo que dicen los demás en lugar de dar
opiniones sin pensar.
3. Distanciarse un poco de nuestra forma de hacer las cosas para
conocer mejor a las personas con las que solemos entrar en conflicto.
Una vez nos hayamos comprendido a nosotros mismos, intentemos
comprender por qué los demás se comportan de ese modo.
4. Ver las cosas desde el punto de vista ajeno, en lugar de dar por
hecho que siempre tenemos razón y que los demás están equivocados.
5. Aceptar que no siempre es posible que todos estén de acuerdo. Si no
se permite esta falta de consenso, los demás se pueden enfadar,
sentirse inseguros o ponerse a la defensiva.
6. Dar la oportunidad al resto de participantes de decir lo que
piensan, pero pidiendo que lo hagan positivamente en lugar de ser
agresivos.
7. Una vez se haya encargado de la situación conflictiva, vea qué
puede aprender de ella.
Los conflictos se han de
solucionar de la forma más positiva posible. Por lo general, se puede
conseguir de uno de los siguientes modos, dependiendo de que exista un
verdadero entendimiento de la situación que se tiene entre manos:
1. Simular que realmente no hay disensión. Si el asunto no es muy
importante, este método puede funcionar, al igual que también dará
resultado si la situación se puede posponer fácilmente.
2. Restar importancia a la diversidad de opiniones, especialmente si
el caso requiere que la relación entre los implicados sea armoniosa.
Esto puede funcionar siempre que el tema no sea muy importante.
3. Utilizar la autoridad para influir en la situación. Cuando uno de
los implicados posee una autoridad reconocida y aceptada por los
demás, puede in fluir en la situación como desee, incluso hasta el
punto de lanzar un ultimátum. Esto puede aportar una solución
inmediata al conflicto, pero no favorece mucho la relación entre los
implicados.
4. Comprometerse. Cuando dos personas (o dos grupos de personas) hacen
todo lo posible por ceder un poco para satisfacer sus necesidades
mutuas.
5. Colaborar. Cuando todas las personas que trabajan por una meta
común (en la que cada uno se da cuenta de que ésta es más importante
que los individuos), acuerdan resolver un conflicto a través de la
colaboración. Este método requiere tiempo, esfuerzo, ganas de que
funcione y una cierta habilidad para la negociación.
PERSONALIDADES CONFLICTIVAS
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